Video: "LA MAGIA DE LA LECTURA INFANTIL".
Siempre estuve rodeada de libros. Devoraba todo aquello que caía en mis manos: cuentos, comics, libros, microrrelatos..., me daba igual que fuese de Galdós que de Bécquer, que los cómics de Tintín o los SuperHumor de los ´80 con Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Pepe Gotera y Otilio, el Botones Sacarino, o una publicidad de Continente. El caso era leer.
Fuese lo que fuese lo que a mis manos llegaba, casi siempre me tocaba la fibra: bien me hacían reir, llorar o temer..., y es que yo me hacía partícipe de las historias que leía. Me imaginaba que era la princesa encantada o la bruja malvada. O simplemente me convertía en una simple expectadora de la historia que estaba leyendo. La lectura abría mi imaginación: las palabras describían a los personajes y a los acontecimientos, pero yo creaba en mi mente a cada personaje poniéndole cara y a cada lugar poniéndole una fisionomía. Además siempre me mantenía expectante y curiosa por cómo se desarrollaría el resto de la trama y qué final le deparaba a la historia.
Si tenía la suerte de estar leyendo una de esas historias que te enganchaban, no podía dejar el libro, y a veces intentaba seguir leyendo mientras comía, algo que no me permitían.
Leía cuentos a mis muñecas, y cuando iba a ser mamá ya leía cuentos a mis hijos antes de que incluso nacieran. Teníamos un momento para la lectura antes de irnos a dormir. Había historias que se aprendían de memoria de tanto leerlas. Estos momentos nos acercaban y unían, ya que los niños adoran que hagas voces y gestos mientras lees, poniendo énfasis a cada momento de la lectura.
Me pregunto por qué la lectura se convirtió en una parte importante de mi vida durante mi infancia. No me cabe duda que la persona que me inculcó la lectura fue mi padre. Él no tuvo la oportunidad de recibir una educación, pues con seis años ya estaba trabajando en una fábrica de zapatos, pero a pesar de las dificultades del momento histórico que le tocó vivir, aprendió a leer con un libro de gramática y de lectura que todavía conservo entre las joyas de mi estantería. Como padre siempre quiso lo mejor para mi, y es por eso que me regalaba cuentos y libros con maravillosas ilustraciones. Nunca tuve mejor regalo de cumpleaños que éste.
Hoy en día me sigue gustando leer, y aunque ya no dispongo de tanto
tiempo como antes intento leer tres o cuatro libros durante el verano.
Evito hacerlo durante el curso, porque si cae en mis manos una buena
historia no soy capaz de dejarla pasar, y dedico un tiempo que necesito
para los estudios o la familia. La vida ya no es como antaño, pero cada momento tiene su belleza. Los libros me siguen gustando de papel,
lo he intentado con los e-Books, pero no es lo mismo. Nada es
comparable con el tacto y el olor de las hojas de papel.
Actualmente la lectura es un bien escaso, y conforme los niños y niñas crecen, el tiempo que se dedica a las mismas va descendiendo, hasta que se introducen en las nuevas tecnologías y entonces el hábito desaparece. Una vez pasada la Etapa de Infantil ya no se fomenta tanto la lectura en los niños, y la gente se sorprende de ver a alguno leyendo un libro en la calle.
Como padres y profesionales, no deberíamos pasar por algo los numerosos beneficios que la lectura en edades tempranas produce en los niños y niñas, y me atrevería a decir que también en edades posteriores. Entre algunos de estos beneficios destaca que fomenta su imaginación, creatividad, la capacidad de concentración y atención, les permite conocer el mundo y a los demás, ejercita el cerebro y desarrolla sus habilidades lingüísticas, fomenta su curiosidad y le permise evadirse o encontrar consuelo en la lectura.
Yo he sentido en mis carnes todos estos beneficios de los que hablan los expertos. La lectura siempre fue mi gran aliada, mi refugio, mi rincón de los sueños.
EL DIARIO DE OLELÉ
DÍA 6
Sin duda, esta clase ha sido muy divertida. Mis amigos y yo hemos elegido una mascota para nuestro blog. La hemos llamado "Alfred". Al principio, este ratón africano, decidió colocarse en la parte alta de nuestro blog, pues decía que así él era lo primero que se veía cuando lo abríamos. Pero después de unos cuantos granos de maíz y de rascarle la pancha varias veces, logramos convencerle de que el mejor lugar para colocarse era en uno de los laterales. ¡Qué rebelde y egocéntrico es este Alfred! Menos mal que finalmente entró en razón.
También hemos aprendido a insertar una nube de palabras. Yo siempre he creído que las nubes eran de algodón, y que cuando estaban tristes lloraban en forma de lluvia, llenando el río Tugela por el que navego cada mañana para pescar antes de venir a la escuela. Pero ahora resulta que, además de algodón, también pueden ser de palabras, las nubes.
El Sr. Eisntein nos ha explicado como introducir en el blog una presentación de Power Point como la que hicimos la semana pasada en clase. Para ello debíamos tener una cuenta en www.slideshare.net, y a partir de ahí, subir la presentación nuestro blog.
Desde que he salido de la escuela mi cabeza parece un tornado de pensamientos. Me pregunto si sabré hacer todo lo que nos ha pedido el Sr. Einstein esta mañana. Lo voy a intentar. Mi abuela siempre me ha dicho que rendirse no es una opción.
Me despido con un millón de sueños que rebolotean en mi cabeza cada noche al irme a dormir. No me gustaría perderlos nunca, pues soñar es lo más cercano que nos queda a ese niño/a que una vez fuimos y que habita en algún sitio muy muy profundo de nosotros mismos.
Sin duda, esta clase ha sido muy divertida. Mis amigos y yo hemos elegido una mascota para nuestro blog. La hemos llamado "Alfred". Al principio, este ratón africano, decidió colocarse en la parte alta de nuestro blog, pues decía que así él era lo primero que se veía cuando lo abríamos. Pero después de unos cuantos granos de maíz y de rascarle la pancha varias veces, logramos convencerle de que el mejor lugar para colocarse era en uno de los laterales. ¡Qué rebelde y egocéntrico es este Alfred! Menos mal que finalmente entró en razón.
También hemos aprendido a insertar una nube de palabras. Yo siempre he creído que las nubes eran de algodón, y que cuando estaban tristes lloraban en forma de lluvia, llenando el río Tugela por el que navego cada mañana para pescar antes de venir a la escuela. Pero ahora resulta que, además de algodón, también pueden ser de palabras, las nubes.
El Sr. Eisntein nos ha explicado como introducir en el blog una presentación de Power Point como la que hicimos la semana pasada en clase. Para ello debíamos tener una cuenta en www.slideshare.net, y a partir de ahí, subir la presentación nuestro blog.
Desde que he salido de la escuela mi cabeza parece un tornado de pensamientos. Me pregunto si sabré hacer todo lo que nos ha pedido el Sr. Einstein esta mañana. Lo voy a intentar. Mi abuela siempre me ha dicho que rendirse no es una opción.
Me despido con un millón de sueños que rebolotean en mi cabeza cada noche al irme a dormir. No me gustaría perderlos nunca, pues soñar es lo más cercano que nos queda a ese niño/a que una vez fuimos y que habita en algún sitio muy muy profundo de nosotros mismos.
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