viernes, 14 de diciembre de 2018

EL VIDEO EN LA ENSEÑANZA (DCADEI3UA#28-A)



EL DIARIO DE OLELÉ

DÍA 28

Estamos en la recta final del cuatrimestre, y se nota el cansancio y los nervios. Prácticas por aquí y por allá, fechas que cumplir y falta de tiempo para sacar adelante hasta a la propia vida. Los montones de hojas se acumulan en el escritorio, se pasean de un lado para otro, y parece que se tornarán amarillos antes de que tenga tiempo de empezar a destriparlos. No sé cuántas veces me habré examinado en mi vida, pero nunca me acostumbraré a ello. Me parece injusto que se evalúe a una persona en una prueba que no dice realmente cuánto sabe. Engullir contenidos, vomitar y olvidar. Así de patético, así de real. En fin, este es nuestro sistema educativo, presuntamente movido por intereses encubiertos que nada tienen que ver con la Educación ni con la vida. 
A partir de esta breve introducción, me rebota en la cabeza esa cuestión que alguien muy lúcido hizo una vez: ¿Tiene solución? Si. Pues no te preocupes. ¿Tiene solución? No. Pues no te preocupes.

Tras este breve desahogo, hablemos un poco de lo que hoy se ha hecho en clase. La presentación de hoy trataba de enseñarnos cómo podemos utilizar el video como herramienta para la enseñanza y la formación. Trabajar con videos en el aula, sea visualizando los que disponemos en la red, sea haciéndolos nosotros mismos en colaboración con los compañer@s, supone aumentar la motivación del aula, ya que se trata de unos de los medios didácticos más versátiles para el diseño, desarrollo y evaluación del proceso E-A, pues se puede usar para todos los niveles educativos, permitiendo transmitir la información de un modo divertido para los niños/as, se puede visualizar tantas veces como se quiera y cuando se necesite hacerlo, y fomenta la participación y el aprendizaje activo del alumno.
Un ejemplo de lo que estoy comentando lo viví durante el curso pasado con la asignatura de Didáctica de la Lengua Inglesa. En nuestras presentaciones se utilizaron videos educativos de la red para enseñar vocabulario sobre las estaciones del año, entre otros. No se trataba de enseñar solo el video para aprender vocabulario, sino de que los niños participasen de forma activa en la adquisición del mismo, ya que bailaban y cantaban a la vez que aprendían. Además, el vídeo invita al docente y a los niños a convertirse en un personaje más del mismo, haciendo real una imagen ficticia.

 

Sin duda, las imágenes, colores y la música que presentan los vídeos dirigidos a Educación Infantil  encantan a los niños.  Los niños dejan de ser espectadores para convertirse en protagonistas de su propio aprendizaje. El maestro o maestra puede utilizar el vídeo como herramienta de apoyo para la enseñanza de los contenidos que quieren que el niño aprenda. Sin embargo, como en todo, su uso debe estar justificado y utilizarse como herramienta de apoyo al proceso de enseñanza-aprendizaje.

A pesar de su gran utilidad, el uso del video también presenta unas limitaciones, ya que supone una inversión económica para disponer de la tecnología que necesita, y no todo el mundo puede hacer esa inversión. Otras de las limitaciones son la restricciones de Copyright y el peligro que existe de favorecer actitudes pasivas del alumnado como consecuencia de un abuso de este tipo de herramientas.

El vídeo se convierte en un transmisor de la información. Según para quién vaya dirigido, existen dos tipos: 
1) Diseñados para el alumnado (vídeos tutoriales por ejemplo).
2) Diseñados para el público en general. 

El docente ha decidir cómo y cuándo conviene usar esta herramienta en el aula. Para ello tiene que tener claro los objetivos, el contexto aula, las necesidades de los alumnos y la predisposición tanto de éstos como de los profesores en el uso de esta herramienta.
El diseño y la producción de un vídeo se lleva a cabo atendiendo a diferentes fases o etapas: 
a) Diseño.
b) Producción.
c) Postproducción.
d) Evaluación.

La fase de diseño implica hacer un análisis de la situación, del equipo humano, de las características de los destinatarios, de los objetivos y contenidos y del proceso de E-A. En este diseño, además, se ha de tener en cuenta la temporalización y la organización y distribución de las tareas. Es necesario buscar información, aportar ideas, revisarla y seleccionar aquella que realmente es válida para lo que pretendemos enseñar. En el momento de la guionización, hemos de tener en cuenta el GUIÓN LITERARIO (Seleccionar-ordenar-redactar la información y las ideas) y el GUIÓN TÉCNICO (comprende la estructura, organización y concreción de los recursos técnicos).
Una vez que se tiene claro el diseño y la planificación pasamos a la fase de producción. En ésta, se puede hacer fotos, grabar secuencias, diseñar gráficos, crear animaciones, escanear imágenes..., todo aquello que queremos forme nuestro vídeo.
Con el guión técnico se unen y combinan los distintos medios y recursos. Es la etapa de postproducción. 
Finalmente, toca evaluar el trabajo realizado: ¿Hemos alcanzado los objetivos establecidos? ¿Se ha cometido algún error? ¿Qué hemos de mejorar / cambiar?
Si la evaluación procede de los propios productores del video es una AUTOEVALUACIÓN. Si procede "por" y "desde" los usuarios es una EVALUACIÓN.

Particularmente me gusta mucho esta herramienta para usarla en el ámbito educativo, porque como he mencionada anteriormente, esta herramienta aumenta la motivación del alumnado, y con ésta su aprendizaje se interioriza más rápidamente. No obstante, me gusta compaginarla con otras actividades que dejan a un lado las TIC. Uso pero no abuso.
Termino con una canción de Voces Unidas, que te invita a seguir soñando, a alcanzar tus sueños, y a ser aquello para lo que viniste a ser. Ánimo a tod@s para la que se avecina jajaja. Un saludo.

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